sábado, febrero 23, 2008

En capilla

Jugando, jugando ya estamos a una semana del maratón de Barcelona de este año. Sigo conectandome a Internet por el móvil (lo que en el futuro quizás sea normal, pero ahora e bastante coñazo) por lo que la preparación de este maratón no ha sido el que más crónicas he escrito ni el que más he contado. 

Pero, ya hace unas semanas que se ven los almendros en flor señal inequívoca de que ya ha llegado el mes de febrero y que los rigores invernales empiezan a aflojar y aquí estamos a 8 días del maratón.

Para variar tengo una semana complicada que incluye un viaje a Canarias por trabajo, y el sábado el bautizo de mi primera sobrina (de la que soy padrino) en Valencia. Así que trataré de descansar y cuidar la alimentación en la medida que sea posible, al fin de cuentas no deja de ser un hobby. Aunque después de 4 meses de preparación, esto es más que un hobby.

Mañana tendré el último presencial de Barcelona, en anteriores maratones no acudía  nunca por evitar los nervios, pero este año me siento muy tranquilo.

Aún no tengo objetivo claro (el personal es bajar de 3:30) marcado por Victor (que sigue enfermo). Bueno ya os contaré.

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